Comentario
Ferrer de Valdecebro, A, en 1696, en su libro "Gobierno General, Moral y Político, hallado en las fieras y animales silvestres", nos dice refieriendose a los lobos que " Diole la naturaleza viveza tanta en la vista, que vence las más oscuras tinieblas de la noche y en la más tempestiva, las tiene en los ojos, y le sirven de antorchas para buscar la presa, que a estas horas de ordinario persigue". Y es que desde la edad media, " siempre representó tanto en términos absoltos y relativos, una importante fuente de riqueza para los poblaciones locales", según el historiador Juan Pablo Torrente.
De esta manera, en los libros de actas de los siglos XVI, XVII y XVIII, el concejo siempre trata de presentar a los lobos, como un peligro real para para las propiedades agrarias y ganaderas, y que ejercían sus propietarios una verdadera presión sobre el Concejo. De ahí esas recompensas para quienes trajesen la piel o el cadáver como la que hoy traemos al documento del mes.