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Martes 7 Julio 2020 | Visto: 425 veces
Las otras Noticias y Anuncios de la Cartagena de 1920. 7 de julio. Un “soviet” español
Recordemos al clásico “Nada hay nuevo bajo el sol” Un Comité de campesinos, marineros y soldados ha gobernado en España. No cometió barbaridad alguna, ni se registraron en el territorio de la jurisdicción de aquel Comité crímenes ni robos, y eso que el Comité revolucionario una de las primeras disposiciones que tomó fue la de libertar a los presos.
Me refiero al cantón de Cartagena. Fue el caudillo un campesino eran sus lugartenientes; carpinteros, tipógrafos, labradores, algún ferroviario. Con estos hombres llegó Antonete Gálvez a Cartagena, y en un heroico acto de arrojo y audacia se hizo dueño de la escuadra anclada en aquel puerto y que tendría por barco la fragata Numancia.
Un estudiante, que todavía vive, y médico reputadísimo, D. Manuel Cárceles y un teniente entonces, D. Pedro del Real, general del Ejército español que acaba de morir; un escritor revolucionario, Roque Barcia, y un dibujante satírico, Sojo, sublevaron los fuertes y castillos que rodean este puerto militar. Resistieron aquellos sublevados contra el Gobierno de la República un asedio formidable, durante meses. Hicieron esos paisanos hazañas memorables por mar, bombardearon ciudades, enseñaron sus cañones a navíos extranjeros, haciéndose respetar. En lo internacional declararon la guerra a Alemania. Eran sus principios políticos los ideales democráticos; aspiraban a la constitución federativa de España, con la República como forma de gobierno. Hombres toscos, tenían ideas, radicalísimas acerca de la cuestión agraria y de la propiedad de la tierra. Gobernaron, dictaron disposiciones justas y equitativas en el Gobierno y en la Administración; libertaron a los reclusos de penal, a los que encomendaron servicios urbanos de higienización y limpieza; administraron justicia, editaron un periódico.
Fueron humanos; no ejercieron acciones maléficas contra los funcionarios del gobierno; se respetó la propiedad y no se realizó ningún ataque contra las personas, ni a pretexto de diferencia de ideas. Querían triunfar para Imponer derechos más justos y equitativos. En esto fueron superiores a los famosos “Soviet” que nos hablan los modernos socialistas. Ya veremos otro día cómo, indudablemente, profesaban aquellos revolucionarios los principios de Proudhon y Bakunin, que informaron a la Primera Internacional. Ocasionaron los cantonales un daño irreparable a la República española. Contribuyeron a la perdida. Pero aquel “Soviet” de campesinos, marinos y soldados no manchó su heroísmo con sangre. Dieron prueba de su abnegación cuando ya vencidos, nada se llevaron, ni las barras de plata que poseían y con la que fabricaron moneda. No se llevaron ni aquel metal acuñado. Fueron generosos, desinteresados y humanos. No cabe duda que de imitar la constitución de estos “Soviets” o Comités de obreros y soldados, este Cantón es mucho más ejemplar que pueden serlo los orientales que preconizan algunos como fórmula novísima para consolidar revoluciones. Chaquetilla. Publicado en el diario "La Tierra" el 7 de julio de 1920.